En la década de los noventa del siglo XIX apareció un nuevo movimiento artístico y decorativo que se conoce como Art Nouveau, inspirado en formas orgánicas y naturalistas. El movimiento se desarrollo en diversas disciplinas, escultores, joyeros, ceramistas y, los más importantes, cartelistas. Sus raíces provienen de Inglaterra pero su influencia llegó se difundió a pintores de otras nacionalidades, franceses como Bonnard y Vuillard recibieron el influjo de las formas onduladas y los colores luminosos de este nuevo estilo. En el Art Nouveau la esencia esta en la sensualidad y la fluidez de las formas.
"Avenida del parque Schloss Kammer"
La pintura Gustave Klimt ( 1862-1918) nacido en Austria, es una curiosa y elegante síntesis de simbolismo y Art Nouveau. Los austríacos respondieron de manera entusiasta al artificio decorativo de esta tendencia, y casi puede decirse que Klimt es la encarnación de este artificio. Pintó grandes frisos ornamentales de escenas alegóricas y creó muchos retratos de moda, en los que unificó las formas estilizadas y los colores poco naturales del simbolismo con su propio concepto de la belleza, en el que prevalecía fundamentalmente la armonía.
“El beso” 1907-1908
Su afamada obra “El beso” es un fascinante ícono sobre la pérdida del ser que experimentan los amantes. Sólo se ven las caras y las manos de esta pareja; el resto es un gran remolino de oro salpicado de rectángulos de coloreados que parecen expresar visualmente la explosión física y emocional del amor erótico
“El árbol de la vida”
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