"La perfección no es cosa pequeña, pero está hecha de pequeñas cosas." Miguel Ángel

jueves, 25 de noviembre de 2010

Sor Juana Inés de la Cruz: Detente sombra

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Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.


Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?


Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho


que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

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Picasso y su fuente de inspiración: Las mujeres.

“Fueron muchas las mujeres que quedaron marcadas para siempre por el carácter imprevisible, unas veces cruel otras tierno, del pintor. Pero ¿qué misterioso magnetismo hizo que tantas mujeres se volvieran locas por él, aceptaran su tiranía, sus cambios de humor, su desprecio e incluso su hostigamiento físico y mental? No hay una única respuesta para justificar que se dejaran humillar y denigrar de tal manera. ¿Eran masoquistas? ¿Estaban tan ciegamente enamoradas que hasta el desprecio lo entendían como una forma de amor? ¿La fama del pintor, el éxito en vida de Picasso motivó el que aceptaran este alto coste por estar al lado del genio?”

“Todas sus amantes o mujeres fueron objeto de su arte, de su búsqueda permanente, y a través de sus retratos podemos conocer los sentimientos que éstas le inspiraban, en qué estado de ánimo se encontraba, cuán feliz o desgraciado le hacían o se sentía él a su lado. Cuando la relación se iba deteriorando la imagen pictórica de la amante se desfiguraba, se transformaba, dejaban de ser dignas de ser miradas con asombro para ser vistas con estupor, cuando no con cierta sensación de dolor, de malestar atormentado y, por fin, de repugnancia. Pero ¿qué sucedía antes? ¿Qué se gastaba antes: la imagen en el lienzo o en la realidad?”

“A lo largo de su longeva vida conoció, se entusiasmó hasta el éxtasis y convivió con distintas mujeres. Si algo determina su existencia son precisamente las relaciones que mantuvo con ellas. Desde su madre, hasta la joven fotógrafa Dora Maar, pasando por una bailarina rusa, Olga Koklova, la poetisa Geneviève Laporte, la bella y perezosa Fernande Olivier o la mujer que vivió con él hasta el final de sus días, Jacqueline Roque. Todas ellas, hasta un total de trece, se imbrican en la existencia del artista y en su obra de forma irremediable. La historia del pintor malagueño, cuya supremacía es indiscutible, es la historia de todas estas mujeres que le acompañaron, en distintas etapas de su vida. Que le odiaron o le dieron hijos, le abofetearon o le adoraron como a un Dios. ¿Tenían algo en común estas mujeres? ¿Es cierto que cada mujer que conoció le afectó de tal manera que supuso un cambio de estilo en su pintura? ¿Llegó a amarlas?”

Texto de: Paula Izquierdo. 19/01/2004.

Olga Koklova Olga Koklova

 

picasso_marieTHERESE WALTER 1937

Marie Thérése Walter

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Francoise Gilot

retrato de Dora Maar 1939

Dora Maar

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Geneviéve Laporte

Fernande Olivier

Fernande Olivier

Retrato Jacquelinne Roque

Jacqueline Roque

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La visión única de El Bosco

“Maestro de lo monstruoso…descubridor de lo inconsciente” Carl Gustav Jung sobre Hieronymus Bosch (El Bosco)

“La tentación de San Antonio” (Panel central). h. 1505.

La tentación de San Antonio

El extraordinario pintor Hieronymus Bosch (1450-1516) se aparta de las tradiciones flamencas predominantes en pintura. Su estilo único, de una libertad asombrosa, y su simbolismo inolvidablemente vívido, siguen sin igualarse. Maravilloso y terrorífico, expresa un intenso pesimismo y refleja las ansiedades de su tiempo, una época de cambios políticos y sociales.  Poco se conoce sobre El Bosco, cosa en cierto modo lógica, dado el carácter enigmático de su obra. Se sabe que adoptó el nombre de la ciudad holandesa de Hertogenbosch (cerca de Amberes), que perteneció a una comunidad religiosa ultraortodoxa denominada la Hermandad de María. Muchas de sus pinturas son religiosas y varias tratan el tema de la Pasión de Cristo.

Es especialmente famoso por sus obras fantásticas y llenas de demonios, una de las cuales es “La tentación de san Antonio”. El panel central de este tríptico ilustra la figura arrodillada de san Antonio atormentado por los demonios, entre los cuales se haya un hombre con un cardo por cabeza y un pez que es una góndola. Por muy extrañas y singulares que estas imágenes nos parezcan, muchas resultaban familiares para sus contemporáneos, pues se relacionan con proverbios flamencos y terminología religiosa. Lo que resulta extraordinario es que las criaturas imaginarias están pintadas con absoluta convicción, como si hubiesen existido de verdad. Imbuye cada extraña o extravagante creación con el mismo realismo obvio que los elementos naturalistas y humanos. Sus imágenes de pesadilla parecen poseer una inexplicable fuerza surrealista.

“El camino de la vida” (Panel central). h. 1500-1502.

El camino de la vida

Incluso una pintura más naturalista como es el caso de “El camino de la vida” contiene elementos siniestros. Aparte del perro que gruñe al anciano pobre y de los huesos y el cráneo del primer plano, se ve en el fondo a unos ladrones que atacan al viajero. A la altura de la cabeza del anciano, en la lejanía, se observa además una horca. Esta pintura se encuentra en la parte exterior de las alas del tríptico; en los tres paneles interiores El Bosco representa su trágica visión de la existencia humana, cada vez peor por el triunfo del pecado: A la izquierda aparece la expulsión del hombre del paraíso, en el centro la infinita variedad de los placeres humanos y a la derecha sus consecuencias: el exilio al infierno.

“El jardín de las delicias” Tríptico.

El jardín de las delicias

En su obra “La nave de los locos”, El Bosco imagina que toda la humanidad viaja por los mares del tiempo en una nave, una embarcación que la representa. Pero los integrantes son locos, es así como el pintor muestra la vida humana, comemos, bebemos, amamos, engañamos, hacemos tonterías, buscamos objetivos inalcanzables; mientras tanto el barco navega sin rumbo, sin conseguir llegar a puerto.

“La nave de los locos” h. 1490 - 1500

la-nave-de-los-locos

Otra de las tablas pintadas por Bosch se titula “La muerte del avaro”, esta advierte a aquellos que se hallan aferrado a los placeres de la vida sin la suficiente indiferencia y no están preparados para morir. ¿Quién puede sentirse indiferente ante esta fábula?, en un formato largo y concentrado sitúa El Bosco el doloroso escenario.

“La muerte del avaro” h. 1485/1490

La muerte del avaro

El moribundo desnudo ha sido un hombre con poder: a los pies de la cama, ahora separada por una pequeña pared, yace su armadura. Ha conseguido sus riquezas en el combate; el enfermo ha luchado por sus bienes y los ha almacenado a su alrededor. Aparece dos veces; la segunda sano, sobriamente vestido porque acumula su oro, lleno de satisfacción cuando añade otra moneda. Los demonios están al acecho, la muerte asoma su cabeza por la puerta (puede notarse la sorpresa del enfermo, la muerte nunca se espera), y la batalla final comienza, una batalla que libra ya sin su armadura. Detrás de él hay un ángel rogando. Delante, ofreciéndole oro, un demonio. Sobre la cama expectante e interesado mira otro demonio. El final de la historia queda abierto.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Der blaue reiter, El jinete azul

La primera década del siglo XX presentó a muchos artistas descontentos con la doctrina clásica que recibían en las academias y buscaron a toda costa el nacimiento de una verdadera renovación tanto en el estilo, como en el contenido artístico. “Der blaue reiter” nace como producto de la asociación de tres pintores: Vasily Kandinsky, Franz Marc y Gabriele Münter.  Con este nombre Kandinsky y Marc expresan de forma poética dos temas que les son muy queridos: el primero – el azul – es el predominio del color sobre el dibujo, una elección de estilo que los coloca en el centro del expresionismo. El segundo elemento – el jinete – es muy apreciado por Kandinsky. El jinete para él representa el símbolo del artista contemporáneo que ve en su arte un deber ético cuya misión es la defensa y difusión de lo bello y lo verdadero. El grupo busca la confrontación de ideas para indagar y profundizar con nuevas formas de expresión. Inclusive la música forma parte de su visión, ellos utilizaron el termino “vibración” para indicar el efecto visual provocado por los colores que pretenden imitar los sonidos y traducirlos en imágenes al igual que las emociones. Otro aspecto sobre “Der blaue reiter” es su relación con la teosofía, conjunto de doctrinas esotéricas y espiritualistas relanzadas desde 1875 por Helena Petrova Blavatsky, los artistas reivindican la libertad de expresión del individuo, que necesita expresar su interioridad. Tal expresión se materializa tanto en el realismo más genuino como en la abstracción más pura.

Vasily Kandinsky. “El jinete azul” 1903

El jinete azul Kandinsky 1903

Esta pintura muestra un empleo “impresionista” de los colores, específicamente en los reflejos dorados de las hojas de los árboles y las pequeñas pinceladas con que el pintor plasma al jinete y el caballo, para transmitir la idea de movimiento. Otra Característica que aproxima la obra al estilo impresionista es la estructura en dos dimensiones del espacio, proveniente de las estampas japonesas que lo influenciaron.

Vasily Kandinsky. “Marnau: Vista con un trazado ferroviario y un castillo” 1909

Marnau Kandinsky 1909

El tema de esta pintura se trata de una vista de la casa que el pintor compartía con su compañera Gabrielle Münter. La masa negra del tren atraviesa a gran velocidad el paisaje, dominado por tonos verdes y amarillos que truncan las manchas blancas de vapor de la locomotora y las nubes. Sus colores antinaturales denotan que no se trata de una representación naturalista, sino de una visión interior y espiritual.

Franz Marc. “Los caballos azules” 1911

Los caballitos azules Franz Marc 1911

El tema que mas aparece en la obra de Franz Marc son los animales en un paisaje, sus preferidos son los caballos, como los que se ven en esta pintura. El artista se ve influido por el orfismo cuyos fundamentos son:

  • Exaltación del color puro que es "forma y tema".
  • Prescinde de la identificación del espacio pictórico.
  • Sustituye gradualmente las imágenes de la naturaleza por formas lumínicas de color.

Se aprecia la influencia de las formas abstractas de Kandinsky, al tanto que el azul de los caballos recuerda a seres míticos. Hay predominio de líneas curvas, con un ritmo que resalta la armonía.

Franz Marc. “El sueño” 1912

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En esta tela, el artista crea un mundo de idílica pureza, un paraíso terrenal incorrupto y no tocado aún por el mal, en el cual los seres humanos y los animales conviven armoniosamente. Marc está consciente del título de su obra, se halla dentro de ella y se identifica con su centro, una figura de color rosa , rodeada de sus amados y variopintos caballos. A la izquierda el autor sitúa un inverosímil león que intenta asustar al espectador con su rugido, pero que no logra ser terrible. Por el contrario acentúa la naturaleza fantástica de la escena.

Gabrielle Münter. “Paseo en barca” 1910

Paseo en barca Gabrielle Münter 1910

Gabrielle Münter estudió en Düsseldorf y en Münich, en la Unión de Mujeres Artístas. Seguidamente ingresa en la Escuela de Arte del Grupo Phalanx, donde conoce a Kandinsky, de quien será alumna y posteriormente compañera. En su obra se encuentran numerosos retratos y paisajes, en los cuales demuestra una desarrollada creatividad, notable dominio del dibujo y una sensibilidad cromática inusual. Aparecen en esta pintura la propia autora, quien se encuentra de espaldas, Marianne von Werefkin sentada al lado de su hijo de nombre Andreas, y, en el centro, Kandinsky de pie, mirándola afectuosamente.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Las flores como motivo de la pintura

Si existe una creación de la naturaleza que haya sido objeto de inspiración en la pintura a lo largo del tiempo, no es otra que las flores, bien sea, en su aspecto decorativo interior, bien sea como la representación de los jardines y paisajes que han deleitado la mirada de quienes los observan y disfrutan de su tranquilidad. He aquí una selección de obras de grandes maestros con su particular visión.

Eugene Delacroix

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Frederik Bazille

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Pierre-Auguste Renoir

Flores

Claude Monet

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Camille Pissarro

Pisarro

Edouard Manet

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jueves, 11 de noviembre de 2010

“MASK”: Pinturas de Daniel Romano

“Todo lo que es profundo gusta de enmascararse, y las cosas más profundas odian hasta la imagen y la semejanza. ¿No sería tal vez el contraste la verdadera forma de vestido que preferiría el pudor de un Dios? He aquí una pregunta bien importante, y sería curioso que ningún mítico hubiera hecho tal tentativa…Toda mente profunda necesita de una máscara; en torno de una mente profunda se va formando sin cesar una máscara, gracias a la interpretación constantemente falsa y superficial de todas sus palabras, de todos sus pasos, de toda señal de vida que de él emane.”

Friedrich Nietzsche“Máscaras” Más allá del bien y del mal, cap.II, aforismo 40.

Mascara 4Quise iniciar esta entrada dedicada a la reciente muestra del pintor argentino Daniel Romano con este particular texto del filósofo Nietzsche, debido al título que Romano le confirió al trabajo expuesto. “Mask” o Máscara. Una forma utilizada por el ser humano de mostrarse cómo no es o por el contrario como quiere ser, pero que su cotidianidad no lo permite.

Mascara 2 Una fusión de expresiones, sentimientos deliberados o no, que se traslucen en lo que vemos diariamente. Desde la antigüedad el hombre buscó en el arte de la disimulación y el disfraz expresar desde alegrías hasta esconder la tristeza, celebrar hechos significativos, ritualizar experiencias, hasta esconder bajo un velo sus acciones oscuras.

Mascara 3 

Daniel Romano La obra que Daniel Romano expone representa la belleza y profundidad de la mirada infantil, su bondad, sutileza y fuerza. Una expresión humana donde la profusión del color o su uso minimalista transmite una realidad personal que atrapa y mueve a múltiples significados que solo el observador podrá decodificar en función de su experiencia y sentimientos.

Mascara 1 

Daniel Romano: Pintor nacido en 1985 en Buenos Aires, Argentina. Diseñador gráfico, especializado en comunicación visual, fotógrafo.

Link: http://www.danielromano.com.ar/home_esp.html

martes, 9 de noviembre de 2010

Belleza natural:Copos de Nieve

El estudio de los copos de nieve y las espectaculares imágenes conseguidas como fruto de su investigación han hecho al físico estadounidense Kenneth Libbrecht merecedor del premio Lennart Nilsson, galardón que lleva el nombre del reconocido fotógrafo sueco y que premia a la gente que logra plasmar en imágenes la fuerza y la belleza del conocimiento científico.

Copo 1 Copo 3
Copo 7 Copo 4
Copo 5 copo 6

sábado, 6 de noviembre de 2010

El desarrollo de las vanguardias en Rusia

En octubre de 1898, se publica el primer ejemplar de la revista Mir Iskusstva (Mundo del Arte), escrita por jóvenes artistas atraídos por la pintura de los simbolistas y postimpresionistas, es especial los nabis, muy próximos a la sensibilidad del Art Nouveau. Se organizaron diversas exposiciones, hasta que en 1906, se presentan en el Salón de Otoño de París. Estoy constituyo un estrecho intercambio entre los intelectuales y pintores que para la época desarrollaban sus obras en la capital francesa. No menos importante fue el estímulo de algunos coleccionistas rusos, entre ellos Ivan Mozorov y Sergei Scukin, quienes llevan a su país un número muy importante de trabajos de Picasso y Matisse, entre otros artistas, los cuales sirvieron para mostrar a los los ávidos jóvenes rusos la evolución del arte contemporáneo.

Entre los artistas que participaron en las exposiciones organizadas por los diferentes medios de difusión cultural se encuentran Mijail Larionov y Natalia Goncharova, quienes se expresan con un estilo primitivista, permeado por las tradiciones populares rusas, íconos y estampas populares. Igualmente Kasimir Malevich y Marc Chagall constituyen exponentes de esta nueva visión de la estética rusa.

Natalia Goncharova. El Ciclista. 1913

El Ciclista Natalia Goncharova 1913

El período “rayista”, entre 1910 y 1914, constituyó un giro fundamental para la artista. El estilo de esta pintura se asemeja mucho al del futurismo, en especial por su intento en representar la velocidad descomponiendo y multiplicando algunos elementos de la bicicleta y de su conductor. Por el contrario, la inclusión de los carteles publicitarios y las letras del alfabeto cirílico evocan las composiciones cubistas del período sintético.

Mijail Larionov. La Venus de Kazapsk. 1912

La venus de kazapsk Larionov 1912 

En las obras de su período primitivista, Larionov busca conciliar elementos de la pintura antigua, que pudo estudiar durante su estancia en Parí, con la tradición popular rusa. En este cuadro se nota que el artista se inspira en las representaciones clásicas, pero los trazos y el físico de la mujer recuerdan más a una campesina rusa que a una diosa de la belleza. Los árboles y el extraño felino del fondo están dibujados según el “rayonismo”.

Mijail Larionov.Rayonismo Rojo. 1913

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Esta composición parte de las primeras en la que Larionov utiliza el estilo rayonista, presentado oficialmente a los críticos y al público en un ensayo titulado ”Rayonismo y futurismo”, publicado en 1913 en “La Diana”, el almanaque que reproduce las obras del grupo de La Cola del Asno (nombre que nace de una anécdota leída en un periódico: unos artistas franceses ataron un pincel a la cola de un asno, acercaron el animal a una tela y luego expusieron la obra para escuchar los comentarios de la crítica y el público). La red de líneas , que representa los rayos que emana de los objetos, anula por completo la presencia de la realidad y aproxima el cuadro a la abstracción.

Kazimir Malevich. El Aviador. 1914

El aviador Kazimir Malevich

Esta obra da fe de la culminación de la actividad futurista de Malevich, estimulado por el viaje Marinetti a Rusia en 1914. En este cuadro el artista parece también influenciado por el cubismo sintético, como se deduce de las enormes letras del alfabeto cirílico pintadas en la parte superior de la obra. En la composición incluye objetos aparentemente injustificados y sin ninguna conexión lógica con el título (un tenedor, un as de tréboles, un pez estilizado, o la hoja de una sierra) que el artista vincula entre si de manera incomprensible para el observador, quizá de un modo azaroso, según una técnica que toma prestada  de ciertos poetas futuristas rusos y que adoptarán de forma metódica los dadaístas y surrealistas. En el fondo se distinguen algunas formas geométricas que Malevich introducirá en sus obras suprematistas.

Kasimir Malevich. Suprematismo (Composición abstracta) 1916

Composición abstracta (suprematismo) Malevich

En su obra “suprematista”, Malevich abandona la representación directa o indirecta de la realidad en nombre de la “supremacía” de las sensaciones abstractas. Con un espíritu destructivo e iconoclasta, parecido al que anima a los dadaístas de la misma época, el artista ruso pretende abolir la tradición pictórica figurativa milenaria para alcanzar lo que define como “cero absoluto” de las formas, la representación de estas en su estado puro y elemental. En el fondo blanco y gris que confiere al cuadro una distribución alejada del tiempo y el espacio, el pintor dispone unas figuras geométricas de colores, planas y lisas, sin preocuparse por respetar las reglas básicas de la perspectiva, la simetría, y el equilibrio de los volúmenes. El ritmo de la composición proviene de la distribución homogénea de los colores.