“Todo lo que es profundo gusta de enmascararse, y las cosas más profundas odian hasta la imagen y la semejanza. ¿No sería tal vez el contraste la verdadera forma de vestido que preferiría el pudor de un Dios? He aquí una pregunta bien importante, y sería curioso que ningún mítico hubiera hecho tal tentativa…Toda mente profunda necesita de una máscara; en torno de una mente profunda se va formando sin cesar una máscara, gracias a la interpretación constantemente falsa y superficial de todas sus palabras, de todos sus pasos, de toda señal de vida que de él emane.”
Friedrich Nietzsche – “Máscaras” Más allá del bien y del mal, cap.II, aforismo 40.
Quise iniciar esta entrada dedicada a la reciente muestra del pintor argentino Daniel Romano con este particular texto del filósofo Nietzsche, debido al título que Romano le confirió al trabajo expuesto. “Mask” o Máscara. Una forma utilizada por el ser humano de mostrarse cómo no es o por el contrario como quiere ser, pero que su cotidianidad no lo permite.
Una fusión de expresiones, sentimientos deliberados o no, que se traslucen en lo que vemos diariamente. Desde la antigüedad el hombre buscó en el arte de la disimulación y el disfraz expresar desde alegrías hasta esconder la tristeza, celebrar hechos significativos, ritualizar experiencias, hasta esconder bajo un velo sus acciones oscuras.
La obra que Daniel Romano expone representa la belleza y profundidad de la mirada infantil, su bondad, sutileza y fuerza. Una expresión humana donde la profusión del color o su uso minimalista transmite una realidad personal que atrapa y mueve a múltiples significados que solo el observador podrá decodificar en función de su experiencia y sentimientos.
Daniel Romano: Pintor nacido en 1985 en Buenos Aires, Argentina. Diseñador gráfico, especializado en comunicación visual, fotógrafo.
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