Junto a Jackson Pollock, hubo un grupo de artistas que asociados en la llamada “Escuela de Nueva york” fueron los máximos exponentes de esta tendencia pictórica del siglo XX.
Mark Rothko
Sin título (negro y gris), 1969
Conocido como el otro gigante del expresionismo abstracto, Rothko (1903-1970) de origen ruso, recibió inicialmente las influencias del surrealismo y su capacidad para la libertad de expresión, pero sus mejores obras son sus abstractos de la madurez. Generalmente estos cuadros no están colgados como él pretendió que lo hicieran. Deseaba una iluminación suave y una atmósfera de contemplación, cosa que rara vez consigue. Rechazaba las extremas connotaciones religiosas que daban a sus grandes paredes de color y decía que su obra tenía un significado esencialmente emocional, más que místico. Insistía en que el tema, el motivo, era diferente y solo podía transmitirse concentrado en un ambiente de soledad. El estilo de Rothko representó una alternativa al expresionismo abstracto de Pollock: daba más énfasis al color y a la sobriedad que a la emoción del gesto y a la acción. Sin embargo estas catalogaciones no suelen aplicar estrictamente ya que, los expresionistas abstractos raramente se alinean dentro de unos límites tan rígidos. La obra “Sin título (negro y gris)” la pintó un año antes de suicidarse. Hacía mucho tiempo que la luminosidad cromática de sus primeros años se había apagado con una profunda tristeza; la emoción que se transmite es de un gran dolor.
Arshile Gorky
La cascada, 1943
Es posible que dada su temprana y dramática experiencia como refugiado armenio y las sucesivas inseguridades lo que hizo que Arshile Gorky (1905 – 1948) comenzara su carrera bajo una influencia muy marcada de Picasso, que parecía que no llegaría a demostrar un estilo propio. emigró a los Estados Unidos en 1920 y se traslado a Nueva york en 1925 para estudiar y después enseñar arte. Antes de que él también se suicidase, encontró su propia voz, revelada en parte por su contacto con el surrealismo norteamericano. “La cascada” muestra un encantador remolino de imágenes libres, parches de color flotando dulcemente y formas de su madurez. Por extraño que pueda parecer, las imágenes parecen verdaderamente una cascada: algo de la oleada descendente sugiere una gran cascada de agua con los rayos de sol que iluminan las rocas escondidas por detrás. En la obra de Gorky hay una frescura primaveral que da al suicidio una tristeza añadida.
Willem De Kooning
Mujer y bicicleta, 1952-1953
Gorky ejerció una importante influencia en el desarrollo del expresionismo abstracto, así como en una de sus figuras más importantes, su amigo Willem de Kooning (1904-1997). De Kooning nació en Holanda, pero vivió principalmente en los Estados Unidos. Aunque hubo muchos expresionistas abstractos, el más vital parece De Kooning: incluso en vida de Pollock, era considerado su mayor rival. Su habilidad para tomar un tema y tratarlo con una libertad salvaje y maravillosa es impresionante. Sus antecedentes del norte de Europa y la impulsiva pasión de su estilo guardan cierto parecido con Chaim Soutine.
Cuando vemos a las mujeres de De Kooning nos sacude un choque casi visceral. “Mujer y bicicleta” es toda dientes, ojos y enormes senos. Se sienta como una mantis, con un alegre expectación que ilumina su rostro en forma de cuña. Se trata de una mujer totalmente desprovista de glamour y encanto; sin embargo, esta imagen gigante, resulta de gran impresión, pero de una forma malvada.
Puerta hacia el río, 1960
En sus obras más líricas, De Kooning puede ser de abrumadora belleza, “Puerta hacia el río” mantiene delicadamente el equilibrio en la cúspide de la abstracción. Grandes y gruesas franjas de color que se extienden por todo el lienzo crean una inconfundible puerta; a través de las franjas verticales brilla el lejano río.
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