domingo, 23 de mayo de 2010
TODO PASA
Cuenta el mito que un príncipe oriental de mayor edad que su prometida, encargó a un sabio orfebre la creación de un anillo para ofrecerle a su novia como regalo de bodas y le pidió que inscribiese en el interior de la joya una frase elocuente que pudiera servirle a la joven de inspiración y consuelo en los momentos difíciles. También mandó a hacer un cofre de marfil con un mensaje que la desposada debía abrir solamente después que su esposo muriera y solo en caso de que se sintiese muy desamparada o sometida a sufrimientos insoportables.
Sería una manera de acompañarse y permanecer juntos aunque la muerte los separase inesperadamente. Ella recibió los regalos el día de las nupcias con la petición de su esposo de no abrir el cofre sino después que el faltase y solo en caso de extrema necesidad o intolerable angustia en la que nadie pudiese ayudarla.
El anillo decía “Todo Pasa”. La pareja atravesó por las vicisitudes de la existencia en medio de peripecias, dificultades y sencillos placeres, deberes y regocijos de la vida cotidiana: La llegada de los hijos, la madurez, mudanzas de fortuna, de salud y de geografías. Un buen día el príncipe murió y ella debió atravesar si él la última parte de su vida.
Aunque vivió en gran soledad y tuvo algunas desgracias y dificultades, nunca quiso tocar el cofre de marfil hasta que luego de haberlo perdido todo, obligada a vender el último objeto propio que le aportaría algún dinerillo para sobrevivir, decidió abrirlo antes de deshacerse de él para conocer el mensaje de su marido. Allí decía en un amarillento pergamino:
No hay comentarios:
Publicar un comentario