Frida Kahlo, el dolor transmutado en arte

 

Escribir sobre esta icónica mujer y artista mexicana resulta tremendamente fascinante así como difícil, pues como los lectores sabrán, de ella hay variados ensayos, biografías, etcétera que se encargan de transmitirnos lo que fue su vida desde su nacimiento en México el 06 de julio de 1907 hasta su fallecimiento el 13 de julio de 1954. Esos brevísimos 47 años de vida produjeron una de las obras pictóricas mas inquietantes, poéticas, biográficas y especialmente personales de esta singular pintora. Dos hechos capitales además influyeron en ella, el primero, su terrible accidente ocurrido a sus 18 años, mientras se trasladaba en un autobús a su casa desde la escuela, este choca con un tranvía y Frida fue atravesada por una barra metálica; se fractura la pelvis y se lesiona un pie. A partir de este hecho y por el resto de su vida estuvo acompañada por intensos dolores y las secuelas particularmente asociadas a la perdida de su capacidad para procrear, debido al daño sufrido en su pelvis. Le practicaron cantidad de intervenciones para mejorar su estado, aunque ella nunca sintió alivio del dolor.

Autorretrato 1936

Autorretrato   1933

Autorretrato entre la frontera de México y Estados Unidos. 1932

El segundo hecho fue su relación con el importante muralista Diego Rivera, de quien se enamora profundamente, se casan en 1929 comienza una "sociedad" entre dos intensas personalidades de gran fuerza y magnetismo. Frida Kahlo produjo al menos unos 200 cuadros durante su vida dentro de los cuales destacan autorretratos. Ellos muestran sus emociones, llora, sangra y se corta en pedazos, ella presenta su dolor transmutado donde con toques de humor, fantasía y franqueza extraordinaria se muestra tal y como es, intensa y con una fuerza extraordinaria.

Autorretrato como Tehuana. 1943	Autorretrato con mono.

Su forma de pintar mantiene al espectador bajo una inquieta fascinación que inclusive en sus obras mas crudas transmite mas allá de lo que es propiamente visible su sentimiento e íntimos motivos. La mayor parte de sus cuadros son de formato pequeño, en promedio de 30 por 38 centímetros. Kahlo ejecuto su obra con minuciosidad y precisión, con delicados toques de color que dieran el enfoque preciso. Su trabajo fue muy apreciado por los surrealistas quienes la introducen en su grupo en 1930, no obstante ella no se quiso asimilar a este movimiento, dijo "Pinto mi propia realidad" la pintura se constituyo en su prolongación y en su medio de expresar su mundo interior.

 

La columna rota. 1944	Hospital Henry Ford. 1932

 

Árbol de la esperanza. 1946

Paradójicamente, el reconocimiento de su trabajo llega tardíamente, meses antes de morir, se organiza su primera exposición importante en México, a la cual asiste no sin dificultad en vista de su precario estado de salud, pero con su indomable resolución de no dejarse vencer por el dolor y la enfermedad. Su esposo llego a decir que Frida era mejor artista te que el, reconoce que en esos minúsculos cuadros hay un mundo que se refleja a través de los ojos y alma de ella. Mientras el realiza inmensos murales ella pequeñas pinturas, pero su escasa medida no resta importancia al contenido, ni valor a la técnica.

Autorretrato 1940	Yo y mis loros. 1941

Las dos Fridas. 1939